Llegó, con su lengua pegada al paladar. Le preguntaron qué le había pasado, donde había estado, pero solo escucharon su silencio. En ese mismo momento, metió su mano temblorosa en una mochila ajada y llena de arena, de la que sacó papeles desordenados llenos de tachones.
Sus palabras fueron estas.

lunes, 4 de julio de 2011

Buenas noches Babilonia

El último rayo de sol choca contra el muslo aún desnudo de la joven recién salida de la cámara nupcial mientras la arena se hace más fría para sus pies ligeros en este desierto. La noche, al igual que ayer y que mañana, ha caido sobre Nínive y las prostitutas abandonan los brazos de Sardanápalo. Más tarde, nos iremos los poetas, embriagados por el arte y por el vino, también por los labios de las musas guardados en tablillas de arcilla. Pero yo ya me voy.
Porque me gusta mirar el anochecer desde mi humilde jaima, porque me gusta ver a esa bella concubina asiria pisar grano a grano cada palmo de este desierto, porque me gusta estar solo para pensar en qué pensaré mañana.
Mis ojos se cierran poco a poco, haciendo más nítido el paisaje del palacio con sus personajes y mi alma dice con voz adeudada:
- Buenas noches Babilonia.

1 comentario:

  1. he estado mirando tu blog y me parece bastante bueno. Animate y escribe mas.
    UN BIKIÑO DE PE

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