Llegó, con su lengua pegada al paladar. Le preguntaron qué le había pasado, donde había estado, pero solo escucharon su silencio. En ese mismo momento, metió su mano temblorosa en una mochila ajada y llena de arena, de la que sacó papeles desordenados llenos de tachones.
Sus palabras fueron estas.

miércoles, 27 de julio de 2011

Huellas en mi desierto

Caminado tanto y tanto
miró hacia atrás con lágrimas
la ventisca me ha borrado
con ráfagas tan rápidas
Un pasado de tortura
¿Pero como podré encontrar
el antídoto, la cura
si no tengo la enfermedad?
Sin recuerdo
como muerto
pues he vuelto

ESTRIBILLO
A pisar mis huellas en mi desierto
a aniquilar mis sueños con mi día
a confundir mi pena con mi alegría
a construir mi mentira con mi acierto

Y vuelvo, Ay, como la noche
a desangrarme en negro
cubrirme con un capote
en este retorno eterno
lloro estrellas y resoplo
viles tormentas de arena
grito con silbido ronco
ciego salvo luna llena

mas te digo
sin atino
que he venido

ESTRIBILLO

1 comentario:

  1. ¿Pero cómo podré encontrar el antídoto, la cura, si no tengo la enfermedad?

    Eso me suena de haberlo visto u oido en algun lado. Aún asi, no está nada mal, nada mal...

    ResponderEliminar